En este caso, la máxima de "cada uno paga lo suyo" ha superado el límite de lo legal. Un hombre fue detenido por la policía después de una persecución que acabó en accidente de tráfico, cerca de la localidad mallorquina de Son Banya.
Después de un cacheo, los agentes descubrieron que tenía una carta de identidad francesa, una tarjeta médica, una factura de una empresa funeraria y dos recetas a nombre de la difunta madre. Además de utilizar la tarjeta de crédito de su progenitora para pagar el entierro, también había usado la cartilla médica para obtener recetas de un fármaco. El hombre, de 53 años, fue detenido en Palma de Mallorca y se enfrenta a dos delitos: uno por atentado y otro por estafa.
Diario de Mallorca
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